El narco usa propaganda negra (Video asesinatos en YouTube) para atacar la pretendida eficacia en el combate al crimen de la gente de Calderón. En realidad es solamente una estrategia de chantaje que los narcos copian de ellos. “Es una sopa de su propio chocolate” (Ortiz P. 2007). De ahí se ve que las estrategias de comunicación política basadas en mentiras se pueden voltear en contra de quien las usa. Pronto se tendrán que hacer concesiones, otorgar a alguien el comercio ilícito de la droga, a otro el contrabando, a otro la prostitución y así.
Un trabajo periodístico más -ahora de EL UNIVERSAL, 4 de abril- indica que, según investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), los cárteles de la droga "recurren a diversas técnicas mediáticas con la intención de crear un impacto social de debilidad gubernamental y lograr una percepción de inseguridad global". La estrategia, dicen, tiene dos objetivos fundamentales, "mandar mensajes a sus rivales, pero también crear un clima de inseguridad generalizada entre la sociedad".
El clima de intimidación va sobre todo dirigido a la población, pero empieza a tocar a las esferas del equipo calderonista. Es una presión contra ellos por parte de quien tuvo seguramente la promesa – a cambio de financiamiento –, de que participaría en el gobierno, pero también pudiera tratarse de un ala del aparato represivo que quiere regresar al “narco – business”. Cabría considerar que el aparente ajuste de cuentas es más bien una lucha por la recuperación de espacios por parte de los poderes fácticos y de quienes hace unas dos o tres décadas controlaban el ilícito negocio.
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