Si no hay legitimidad no habrá margen de maniobra, el camino recorrido en el combate a la corrupación tendrá qé volverse a recorre, cualquiera se sentirá con derecho a corromper otra vez a lo mismo, el PRI no volvió al poder, pero la impunidad sí, ese es el desastre político que dejará Fox. Calderón no podrá gobernar sin aliados corruptos y México se seguirá rezagando.
La ilegitimidad es un componente del imaginario colectivo. Hay una percepción clara, incluso señalada por el mismo Calderón, quien dice que tiene "la mano tendida", esperando que el otro se la de y lo legitime.
No hay en este momento alguien que proponga concilicación, los mensajes son más bien tendientes a alentar la violencia social desde ambos bandos, ante la complacencia de los enemigos de la integración, de quienes quieren ver a un México dividido.
Si bien habemos muchos para los que no hay ninguna duda de que hubo un Fraude Electoral descomunal, que para tranquilidad de la conciencia ciudadana fue orquestado sin la participación de la mayoría de los funcionarios de casilla, es importante que haya paz y al parecer esta no se podrá lograr con un Ejecutivo ilegítimo.
La cuestión en términos de psicología política es cómo podría lograrse en el imaginario colectivo una legitimidad gubernamental cuando Fox se dedicó a dilapidar la suya y a vulnerar la de su sucesor. El ejercicio político implicaría empezar a construir puentes de diálogo, pero me parece que esto solamente podría lograrse con la anulación de la elección y un nuevo proceso electoral conducido con limpieza desde el gobierno de un interino que tendría mayor legitimidad que Fox y Calderón.
La represión y el golpe de estado que se pretende no le darán legitimidad a nadie y debilitarán más al Estado Mexicano.
La ilegitimidad es un componente del imaginario colectivo. Hay una percepción clara, incluso señalada por el mismo Calderón, quien dice que tiene "la mano tendida", esperando que el otro se la de y lo legitime.
No hay en este momento alguien que proponga concilicación, los mensajes son más bien tendientes a alentar la violencia social desde ambos bandos, ante la complacencia de los enemigos de la integración, de quienes quieren ver a un México dividido.
Si bien habemos muchos para los que no hay ninguna duda de que hubo un Fraude Electoral descomunal, que para tranquilidad de la conciencia ciudadana fue orquestado sin la participación de la mayoría de los funcionarios de casilla, es importante que haya paz y al parecer esta no se podrá lograr con un Ejecutivo ilegítimo.
La cuestión en términos de psicología política es cómo podría lograrse en el imaginario colectivo una legitimidad gubernamental cuando Fox se dedicó a dilapidar la suya y a vulnerar la de su sucesor. El ejercicio político implicaría empezar a construir puentes de diálogo, pero me parece que esto solamente podría lograrse con la anulación de la elección y un nuevo proceso electoral conducido con limpieza desde el gobierno de un interino que tendría mayor legitimidad que Fox y Calderón.
La represión y el golpe de estado que se pretende no le darán legitimidad a nadie y debilitarán más al Estado Mexicano.
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