Propaganda de Estado




Joseph Roth, quien se salvó del Holocausto, decía en su libro "El Final del Infierno en la Tierra" (2003):

"El Tercer Reich fue el primer Estado que implantó un como si el país al que gobernara fuera una fábrica de jabones. Si el mundo hubiera sido más crítico, menos benevolente con respecto a los bandidos legalizados, tendría que haber desconfiado por el mero hecho de que un Estado hiciera propaganda y por nada más..."

Es un hecho que una buena parte de la reciente propaganda de Estado trata de legitimar el proceso electoral, a pesar de que la percepción de la Opinión Pública nacional e internacional es que la elección estuvo viciada y pudiera ser fraudulenta, en la medida en que se operó una campaña sucia desde las altas esferas del poder en contra de un candidato.

Reformar a las instituciones es urgente, pues lo que se logró con tantos esfuerzos se perdió en el sexenio de Fox.

El mismo Roth decía además:

"La propaganda del ministro Goebbels comprende: 1) al interior del país; 2) al extranjero.

En lo que respecta a la propaganda en el interior del país, imperan los siguientes principios:
a) disimulo, encubrimiento.
b) negación.
c) enardecimiento, exaltación.
d) falseamiento, exageración...."

Es claro que en la campaña de medios del Estado mexicano hubio todos estos elementos para apoyar a uno de los candidatos presidenciales y aniquilar al otro. Se generó un gran temor en ciertos sectores de la población que hasta la fecha perdura y se trata de acrecentar manteniendo el nivel propagandístico. Ya son más de tres años con al misma estrategia y los resultados que pretendió el grupo en el poder no han sido los mejores para ellos, pues la izquierda se está consolidando y fortaleciendo como nunca, prueba de ello, la cantidad de escaños logrados para la legislatura que comienza mañana.

Es de observarse que parte de la propaganda ha consistido en decir que no se puede acceder a los negocios turísticos del corredor de la Avenida Reforma, cosa que es falsa, pues hay accesos por la lateral de dicha calle y por medio del servicio de metro, además de que se puede ahora cruzar dicha avenida por todas las esquinas principales. Más ha afectado la propaganda dirigida desde el estado a estos empresarios de la zona que el plantón mismo, además de que hay que tener en cuenta de que ya era una zona que había decaído del interés para cieros comensales, que se habían trasladado a otros puntos de la ciudad.

Lo mismo pasa con la mala campaña propagandística en el exterior del país, pues el Estado se pone en evidencia al mandar a su jefe a mentir ante la Opinión Pública internacional con aquello de que "el problema se reduce a una sola calle". En el extranjero, la credibilidad de Fox es nula, además de que en estos momentos, allá tiene mayor presencia el liderazgo político de AMLO.

Todo esto debiera tomarse en cuenta por los propagandistas oficiales, quienes al parecer están ciegos y sordos a lo que está pasando o de plano solamente les interesa cobrar sus facturas y en esa medida, conservar al enemigo en buena salud es útil para sus finanzas personales.

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