La situación de Calderón buscando frenéticamente legitimidad se parece a la de alguien que tiene una autoestima baja, que siente que no es reconocido y que se le hace necesario hacer concesiones y adulaciones para lograr a cualquier precio que se le empiece a reconocer por quien no lo ha hecho. De esto se pueden dar cuenta los abusivos y quienes desean prebendas logradas en el apoyo a la campaña electoral. Mientras más se le rechace, mayores concesiones hará. Por ejemplo, la Candidata a la Gubernatura de Texas, Carole Keeton Strayhorn, al serle inquirido el nombre del presidente electo de México, no lo conocía; lo cual podría ser falso y un mensaje a Calderón de que tiene que hacer muchas concesiones a los americanos para que se le reconozca, aunque claro, algún cabildero inteligente podría sacarle algunos millones de dólares, como pasó con Zedillo y Fox en su momento.
En términos generales, toda la clase política mexicana carece de legitimidad y por ende de "autoestima política", de allí su obsesión por las encuestas, sobre todo las que tienen contenido un índice de popularidad, lo cual también tiene que ver con un anhelo narcisista. Se sabe que si se desea entrampar a un narcisista, lo mejor es no hacerle caso, aparentar que se le puede ser útil pero que no se le reconoce.
El deseo de Calderón es tomarse la mayor cantidad de fotos de primera plana con líderes del mundo, como la que aparece en Reforma hoy con Lula, con la creencia de que eso le reportará legitimidad y reconocimiento. Sin embargo, esto le pone totalmente en su lugar, dentro de la pudrición que existe en la clase política nacional y por qué no, mundial.
En términos generales, toda la clase política mexicana carece de legitimidad y por ende de "autoestima política", de allí su obsesión por las encuestas, sobre todo las que tienen contenido un índice de popularidad, lo cual también tiene que ver con un anhelo narcisista. Se sabe que si se desea entrampar a un narcisista, lo mejor es no hacerle caso, aparentar que se le puede ser útil pero que no se le reconoce.
El deseo de Calderón es tomarse la mayor cantidad de fotos de primera plana con líderes del mundo, como la que aparece en Reforma hoy con Lula, con la creencia de que eso le reportará legitimidad y reconocimiento. Sin embargo, esto le pone totalmente en su lugar, dentro de la pudrición que existe en la clase política nacional y por qué no, mundial.
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