La tortura y la humillación




Con la tortura también se afecta a terceros (Fazio, 2006), se pretende humillar a la oposición en general, generar un psicopatología masoquista en el grueso de la población empobrecida. Es una situación en la que la iglesia católica es el cómplice ideal, al generar que el pobre admita su condición empobrecida, en el estado de humillación.

La alianza en la cupula que se evidencia por ejemplo en las diputaciones de priístas convertidos a panistas y de extranjeros convertidos en el poder detrás del trono (con Salinas, Córdoba Montoya y con Calderón, Mouriño), da cuenta de la intención de asumir un poder da facto que impida al pueblo mejorar en su mísera condición. Pero la imposición solamente puede lograrse por medio de la violencia, de la reducción de la oposición mediante el renacimiento de la tortura, con la generación de miedo, con la detención de inocentes, con la compra de los medios de comunicación para que se hagan omisos ante las violaciones a los derechos humanos.

Si el ejército estadounidense tortura y mata en Irak para imponerse, esto le da patente de corzo a sus esbirros calderonistas para hacerlo. Torturar, Desaparecer y Matar en los lugares donde haya oposición con el pretexto del narco (Michoacán) o de la (sedición). Primero se provoca miedo en la población y luego llegan las fuerzas federales "a imponer el orden".

Cabría pensar que Calderón está vengándose de la primera derrota electoral que tuvo, cuando quiso ser gobernador en Michoacán, imponiendo un estado de terror policíaco. Pronto se empezarán a evidenciar los abusos de las fuerzas represivas en dicho estado, y tal vez "sea peor el remedio que la enfermedad", aunque no hay que olvidar que la enfermedad se ha generado desde la podredumbre misma del poder narco - político, que financia campañas derechistas.

Comentarios