Cada vez hay más rabia

"Que no nos vengan con que es el tiempo de la esperanza. Es ahora el tiempo de la ira y de la rabia. La esperanza invita a esperar; la ira, a organizar. Así irrumpió la revolución en Bolivia a inicios del siglo XXI. Así pueden despuntar otros porvenires en América Latina (Adolfo Gilly, 2007)".

Mucha gente dice "es que si AMLO hubiera llegado al poder nos estaría yendo peor". En primer lugar es un reconocimiento de que ya nos va mal con Calderón. En segundo lugar es un reconocimiento de que a pesar del triunfo de la izquierda partidista no nos hubiera ido bien.

El problema es el modelo económico que los poderosos se aferran en sostener, pues no quieren dejar de aparecer como ricos ni perder su imagen. Creen que se lo merecen.

El enojo popular, ante la continuidad de la miseria y desesperanza, tiende a crecer exponencialmente, pronto veremos nuevos Oaxacas y Atencos, pues la gente ya no siente tener nada que perder. Mucho de la riqueza colectiva ha sido rematado por los malos gobernantes a los monopolios y oligopolios que detentan los más ricos del mundo. La gente se da cuenta de que ya quedan pocas salidas y comienza a organizarse de manera callada. El descontento es cada vez más un acuerdo de la gran colectividad.

Llegará el momento en que dicha ira se apodere de los mismos policías y miembros del ejército. Actualmente ya hay mucha tropa que temerosa se resistiría a participar en operaciones represivas. El surgimiento de los Zetas es una señal de alarma de que los oficiales medios del ejército pueden encabezar rebeliones sin ideología, con el componente caótico. Cada vez habrá más personas de este tipo operando en la clandestinidad. Pancho Villa en su momento fue un forajido y luego se acomodó en el movimiento revolucionario constitucionalista. Así pudiera pasar con algunos de los delincuentes que hoy son perseguidos.

La diferencia hoy es que también la rebelión se globaliza.

Comentarios