El desconocimiento de Calderón por todas partes

El descontento se incrementa y la realidad de las mentiras de campaña de Calderón se hacen cada vez más evidentes, incluso entre los jóvenes becarios de TELMEX, de los cuales, muchos se han dado cuenta de la falsedad.


De la Jornada de Hoy:

Los abucheos, silbatinas y descalificaciones arrancaron con la sola mención de la presencia del ''presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón''. Aleatoriamente, del graderío del Auditorio Nacional, lleno de estudiantes de alto rendimiento, beneficiarios de las becas Telmex, surgieron algunos gritos de ''¡espurio!'', al paso del mandatario rumbo al presidium, a donde lo acompañaba el empresario Carlos Slim.

El dueño del Grupo Carso respiró con tranquilidad cuando finalmente se escucharon sonoros aplausos que buscaron opacar las muestras de desaprobación al jefe del Ejecutivo y arroparlo. Ante ese grupo juvenil, polarizado, Calderón llamó a dejar atrás ''complejos y primitivismos'' y apostar por un ''México ganador''.

Lejos quedó la celebración del primero de diciembre de 2006, cuando en este mismo escenario el michoacano fue recibido con ovaciones de un panismo desbordado y satisfecho de que, minutos antes, su abanderado había rendido protesta en San Lázaro, a pesar de la oposición perredista.


El descrédito irá en aumento, pues no se puede ir en contra de la verdad. Por más que hagan los medios en ocultarla y repetir mentiras, lo cierto es que la continuidad que Calderón ha mantenido con respecto a su antecesor, solamente lo irá convirtiendo en un clon "chaparrito" de Fox. Las políticas económicas y sociales son las mismas y esto ya había causado mucho decontento, que pronto se impondrá al miedo que se pretende causar con la intimidación represiva. El ejemplo es la rechifla que ayer el usurpador sufrió de parte de jóvenes en el lugar de "sus éxitos" y a pesar de la vigilancia estricta y de los planes para evitar el rechazo. Eso sucede en un terreno aparentemente seguro, a 400 metros de Los Pinos. Los reclamos y descalificaciones le acompañan y la desesperación crecerá.

Calderón ha luchado en estos primeros días de su usurpación por detener la percepción de fraude y mejorar su imagen. Sin embargo, se le ha convertido en una tarea contraproducente. Al mostrarse ante la opinión pública en el esfuerzo de su falsedad, cada vez logra más proyectar la sensación de que es demagogo y represor, que no cumplirá lo que promete. Es un hombre sin carisma, lo cual le impide que el pueblo pudiera darle cierto beneficio de la duda, como en su momento ocurrió con la imposición de Salinas, quien sí contaba con el carisma propio de un sociópata consumado. Calderón en cambio, depende en gran medida de la imagen que los medios procuran proyectar de él y muchas veces, a pesar de los esfuerzos de comunicación política, no existe la congruencia debida. En el caso del abucheo de ayer en el Auditorio Nacional, la realidad se impuso. Se cometió el error de reunir a jóvenes de diversas partes del país que se dan cuenta de que no están solos en su descontento.


Comentarios