MENDACIDAD CALDERONISTA

El gobierno federal escala la magnitud de sus mentiras en su búsqueda desesperada de ligitimación y poder.
“Aplicando las ideas psicológicas, políticas y sociales de Carl Gustav Jung a nuestra situación, es evidente que los políticos han seguido una forma de gobernar que se conoce como seudología fantástica, la cual se caracyeriza por al facilidad en elaborar mentiras y hacer que todos las crean. Los líderes que así se conducen “tienen, durante algún tiempo, un éxito arrollador y son, por tanto, peligrosos para la vida social”[1]
La mendacidad del gabinete de Calderón, va en concordancia con la de su jefe. Es producto de la angustia que les genera la infecundidad de sus acciones políticas. Como siempre, los panistas, fieles a sus financiadores originales a su fundación, es decir, los nazis alemanes, tratan de imponerse por medio de la propaganda y la violencia.
En el contexto de la crisis de social y económica que se vive, cuyo reflejo más evidente es la violencia – que nunca ha sido ajena a la historia de este país –, la ineptitud solamente mantiene la parálisis económica y hace crecer la violencia social.
“Banal sociología política de la crisis, pero la crisis despierta los viejos demonios de la afectividad perturbada. La presión del exterior (la estructura social) comprime en período de crisis aguda el interior (la estructura psíquica) con sus imperceptibles pero manifiestas secuelas de dolor y sufrimiento. La crisis desestructura a los hombres y pone en marcha los mecanismos psicológicos de la ruptura. La razón se disocia de la emoción, la frustración crece y la violencia estalla. Los individuos se transforman en átomos aislados, privados de su identidad y su pertenencia”.[2]
Una de las metas de todas estas mentiras propagandísticas es lograr que la gente desee “pertenecer” a una categoría social, lo cual sostiene la escisión que los propagandistas extranjeros provocaron en la población mexicana en el 2006. Dicho sentido de pertenencia según los panistas, debe ser refrendado en las urnas votando por su partido, ya que cualquier otra cosa es una equivocación. Se pretendería que sólo la gente que se aproxime a la idea de bienestar panista tiene derecho a ser mexicana.
A ello debe enfrentarse una idea fuerte de proteger al país de la uniformidad fascista y otorgar libertad democrática a todos.
[1]ACEVES, Manuel (2000). Alquimia y Mito del Mexicano. Aproximaciones desde la Psicología de C.G. Jung. México, Grijalbo.
[2] DORNA, Alexander (2003). La Democracia…¿Un Espejismo? Buenos Aires, Lumen.

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