El autosabotaje del gobierno federal



El gobierno de Calderón tiene cada vez menor credibilidad. Su necedad se hace patente cuando niega la apreciación del premio Nobel de Economía Stiglitz, quien no hace sino decir lo que cualquiera percibe, que el manejo de política económica en México ha sido desatroso. Esta crítica, negada por Carstens y Cordero, es una más de las que ya no provienen de opositores externos, sino de voceros del poder económico que en su momento apoyaron la imposición de Calderón.


"No es claro si en su actitud antye los capitanes de los negocios privados, Calderón está haciendo política o se deja llevar por un ánimo cambiante. Las señales públicas indican que puede ser lo uno y lo otro. Si fuera lo primero, estaría errando su estrategia, estaría incurriendo en lo contrario de lo recomendado en los setenta por Jesús Reyes Heroles, a la sazón dirigente del PRI. Alertó contra el tremendismo verbal, se manifestó contrario a alebrestrar, a no afectar de palabra los intereses que no se pueda o no sequiera afectar de obra (M. A. Granados Chapa, Reforma, 15-11-09)".


Cuando un líder sociopático fracasa, le surgen sentimientos paranoides que son difíciles de superar, es el primer escalón descendente hacia una grave depresión. Es evidente que Calderón va progresando hacia actitudes impulsivas derivadas de esta fase paranoide, como declarar en contra de los aliados que lo llevaron a encumbrarse en el 2006.


El hundimiento de los 9 años de régimen panista se hace más evidente en el hecho de que ya el capital está volcado en apoyar de nuevo al PRI, a quien se le pronostica repetir la vistoria electoral del 2009 en el 2012. "La rabia panista no es justificable, pero es explicable, porque tanto el partido de Gómez Morin como el gobierno de Calderón se están hundiendo (J. Ortiz Pinchetti, La Jornada, 15-11-09)". Se trata de un enojo derivado de la impotencia por no haber logrado consolidar el poder, tan esperado por la reacción ultracatólica desde que se perdió en el sitio de Querétaro en mayo de 1867.


En esta nueva batalla por el poder, En verdad ha habido una reedición peculiar de aquél enfrentameinto del siglo XIX, entre las sectas conservadoras, católicas, ahora en el siglo XXI representadas por el Yunque y una versión bastante pervertida, escindida, de aquellos liberales del rito escocés, encarnada por la "cloaca política" del PRI, que hoy se regodea con abundantes posiciones en gubernaturas, senado y cámara de diputados. Curiosamente, como el ouroborus, una serpiente que se muerde la cola, la perversión psicopatológica de ambos contrincantes se encuentra marcada por acusaciones de pedofilia, la expresión más perversa del ejercicio político del narcisista omnipotente (Tovilla, 2009).


En esta lucha por el poder, la oligarquía política priísta aliada con ciertos traidores perredistas, ha sido más hábil para reconquistar el apoyo de los capitales, por ejemplo en el tema de la nuevamente frsutrada "reforma" fiscal: "El presidente perdió la batalla. El oportunismo priísta no sólo favoreció a los grandes contribuyentes en riesgo, sino que ganó para sí a los aliados de Calderón, que reaccionó despechadamente (M. A. Granados Chapa, Reforma, 15-11-09)". Las declaraciones en contra de la colusión fiscal de los empresarios, - luego matizada y proyectada la responsabilidad hacia el congreso - evidencian un gobierno desesperado por obtener recursos cuanto antes, para financiar durante los dos próximos años la permanencia del PAN en el poder.


Estamos ante un líder sociopático proyectando su negatividad en sus anteriormente supuestos aliados, ahora vueltos a su lugar original de sostenimiento deseperado en el poder, un gobernante que busca culpables ya no en la izquierda, a quien provoca violentamente, sino entre quienes le proporcionaron dinero para llegar a Los Pinos. Un gobernante psicópata que, al sentirse acorralado, lo primero que hace es utilizar la agresión, para luego desencadenar el autosabotaje, la vuelta de la agresión hacia sí mismo que finalmente lo llevará a una depresión suicida.


La agresión, hay que reiterar, se hace manifiesta en el gobierno federal. Ante la confusión que les ha producido la falta de logros en todos los frentes en lso que han actuado, los miembros del gabinete y Calderón mismo aparecen confundidos y su primera reacción es agredir. el momento de la depresión paranoide ha llegado y es de esperar mayor violencia de Estado, incluso con la invención de sabotajes, acciones guerrilleras y delincuentes organizados, para echar a andar un aparato represivo que de nada les servirá, salvo para exacerbar el ánimo popular, que sigue actuando, consciente o inconscientemente, una resistencia civil pacífica, cada vez más creativa. Hay muchos ejemplos de la estrategia aquí mencionada, menciono algunos:



  1. Garcia Luna insiste en provocaciones contra la delincuencia, en la que muchos grupos cada vez están más organizados y muy próximos a hermanarse con grupos de acción política que pudieran aceptar su financiameinto. Ideología y poder de fuego juntos serían una pesadilla para los últimos meses del "mandato" de Calderón.

  2. Cada vez hay más rumores en Chiapas de un nuevo levantamiento zapatista, que el EZLN ha desmentido. Esto podría estarse generando desde ciertos sectores de la "inteligencia" gubernamental, para dar luz verde a una avanzada represiva en Chiapas, en conconancia con las peticiones de sellar la frontera sur que hace el nuevo embajador de los Estados Unidos.

  3. La censura creciente mediante la cancelación de publicidad que se está aplicando a los medios de comunicación críticos.

  4. La provocación a la izquierda en el caso de los ataques al Sindicato Mexicano de Electricictsas, la insistencia en la descalificación a AMLO y otros actores de la izquierda, manteniendo la guerra sucia en los medios de comunicación afines contra los opositores.

Todo ello hace ver que existe una agran agresión, producto de la frustración de no haber consolidado un poder legítimo. Pero además, para su desgracia y aceleramiento de la debacle panista, dicha agresión es además inconscientemente volcada hacia ellos mismos, con declaraciones "desafortunadas" y peor aún, con actos impulsivos e incluso suicidad, como fue que hace un año Mouriño volara en un avión privado destartalado hacia un aeropuerto sobresaturado de vuelos comerciale al que por seguridad no le correspondía volar.


Solamente queda esperar...



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