Supuestamente, Calderón fue a Ciudad juárez el jueves 11 de febrero a "disculparse y escuchar". En realidad, sigue en la necedad de mantener al ejército en las calles y en la represión de la protesta social criminalizada.
No ve que existen miles de jóvenes desempleados, sin escuela, que se encuentran en un estado de ira ante la frustración de la inexistencia de oportunidades.
¿Cuánto se le paga a un elemento de la PFP? ¿Cuánto se le paga a un maestro de preparatoria? ¿Por qué no hay más aulas? ¿No sería mejor meter a la escuela a los que hoy se contrata como policías? La educación puede producir jóvenes con ideas de cambio, tal vez eso es lo que teme el gobierno de derecha, que una juventud educada lo eche del poder.
Es importante que la sociedad civil organice esfuerzos creativos que el gobierno fascista de Calderón no está dispuesto a realizar para que los jóvenes se eduquen y se ocupen, alejándose de la violencia que el mismo gobierno instiga.
La disculpa más útil y activa de Calderón sería su renuncia. Como esto no quiere hacerlo y tal vez no pueda por los intereses de quienes lo manejan, no queda más que realizar esfuerzos civiles de educación hacia los jóvenes, que incluyan por cierto, la prevención de las adicciones.
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