Lo que dice el PAN de sí mismo

El PAN se encuentra en crisis. Es una lucha de poder, de cara a las elecciones federales de 2012 y como resultado de la debacle de las de 2009.

Transcribo parte de un artículo del ex Presidente del PAN Mauel Espino Barrientos, publicada en la página http://www.yoinfluyo.com/index.php?option=com_content&task=view&id=20385&Itemid=40

"Es un secreto a voces que Fernando Gómez Mont ofreció al PRI, hablando por el presidente, bloquear las alianzas electorales del PAN con otros partidos. Aunque hoy muchos jilgueros y testaferros alaban al ex panista como un ejemplo de congruencia por su renuncia, la verdad es que incurrió en una absoluta falta de responsabilidad al hacer ese compromiso, que le correspondía única y exclusivamente al Partido Acción Nacional. No es que esté honrando la palabra empeñada, es que de entrada actuó sin fundamento ético o institucional alguno. Al igual que en los tiempos más autoritarios de México, el secretario de Gobernación actuó como si el partido en el poder fuera una unidad gubernamental más, como si los militantes panistas no contaran y no tuvieran la más mínima capacidad de decisión o espacios de autonomía. Desgraciadamente, Gómez Mont no se conduce por sí mismo ni sus acciones son algo nuevo. Es sólo uno más de varios panistas expertos en obedecer, pero pésimos para salvaguardar las tradiciones democráticas del partido o para mostrar iniciativa; panistas con corazón autoritario dispuestos a seguir órdenes aun cuando sean en detrimento de la institución que los forjó. La otorgación de poder a los sumisos será la única memoria que se guarde del calderonismo. Esta política no sólo es falta de ética y de sentido democrático. Es, además, mala política. Nadie puede creer que Gómez Mont o César Nava hayan actuado sin coordinación o en contra de la voluntad del presidente. No hay nada en su historial político que hoy permita pensar que tienen voluntad suficiente para tomar decisiones propias, sin el visto bueno de su jefe supremo. Por ello, en los aliados electorales del PAN, los perredistas, hay desconfianza; y en los aliados legislativos, los priístas, un ánimo de buscar el desquite tras el burdo montaje que se buscó hacerles creer"

No hay más que decir, la división es patente y muestra con toda claridad la ingobernabilidad que hay en el país.

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