Propuestas

En una demostración más de su soberbia y pensamiento solipsista, Calderón reta a sus críticos a presentar propuestas. Otra vez, haciendo gala de un delirio paranoide, pone en su contra, como los "malos" a todo aquél que se oponga a sus "reformas anticrimen". Así lo dice hoy en Mérida:

Mérida, México (Reforma 25 febrero 2010).- Ante empresarios, el Presidente Felipe Calderón defendió la lucha contra el narcotráfico y retó a quien tenga otra alternativa a decirla de frente."No estoy diciendo que el problema no exista, sino que tenemos un problema real de inseguridad que tenemos que combatir", sostuvo. Calderón pidió a quienes tienen alternativas para combatir al crimen, diferentes a la del Gobierno federal, decírselas y aseguró que el delito se debe combatir. En un discurso de más de una hora, criticó que mexicanos hablen mal del País y que los medios destaquen las mantas que coloca la delincuencia en las primeras planas.

La desesperación crece, sin duda se les acaba el tiempo que con la iniciativa Mérida de por medio, el verdadero poder económico le ha fijado a Calderón. En cuanto ellos le exijan su renuncia o que entregue el poder al PRI, no tendrá escapatoria. Por ello, hay que ayudarle a Calderón a tener una salida digna, "Por el Bien de México". A continuación hago unas propuestas que ha solicitado:

La primera aportación es que, ante su impotencia, Calderón le haga caso al señor Martí y RENUNCIE. Ya sabemos que él no quiere renunciar, pero al menos que renunciara a su soberbia y escuchara las voces de la sociedad y de las instituciones académicas sobre el problema.


La segunda es que se gaste menos en policías y más en maestros.

La tercera es que se le practique un examen psiquiátrico completo a García Luna y su gente, de doble ciego, es decir que los que lo evalúan no sepan a quien evalúan y que García Luna y cómplices no sepan quien lo evalúa. Nos llevaríamos una gran sorpresa. De paso que les hagan un antidoping incluyendo contenido de alcohol en sangre a Calderón y su gabinete de seguridad y que se haga público. El buen juez por su casa empieza.

La cuarta es que se les haga una exhaustiva evaluación de confianza y declaración de bienes a todos los jueces, magistrados y ministros del poder judicial, igual, de doble ciego.

La quinta es que se capacite mejor a los policías y se les pague bien.

La sexta es que se permita a todos los ciudadanos la posesión de armas de todos los calibres en su casa. Con ello al menos se sentirán más seguros.

La séptima es que se deje de criminalizar a la protesta social y que se reconozca que el ejército es torturador. Por eso no se les debe dar facultades mayores en la persecución del delito, sino que deben regresar inmediatamente a sus cuarteles.

La octava es que se le de mayor presupuesto a las instituciones civiles de prevención de adicciones.

La novena es que los medios de comunicación usen el 50% de su tiempo a programas educativos que generen una cultura de paz, de salud, de tolerancia y que no promuevan o motiven a los resentimientos y frustraciones sociales, así comom la destrucción de valores. Aquí está una de las contradicciones de Calderón, apoya a los principales promotores de las adicciones, Televisa y Tv Azteca y lugo de dientes para afuera pretende promover "valores".

La décima es que lo más pronto posible como sociedad civil generemos una red que promueva eficazmente la Paz y nos enfrentemos pacíficamente a un gobierno que propone una guerra. Es tiempo de mayores y decididas acciones.

No todo pasa por reformas legales para producir leyes que quienes detentan el poder seguramente violarán quedando impunes como ocurre en este momento con el marco legal que tenemos. No tiene caso.  Claro está, lo mejor sería que Calderón renunciara y se nombrara un presidente provisional que tenga la confianza del pueblo y suficiente credibilidad.

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