Secuestro del "Jefe" Diego

Uno de los psicópatas políticos mexicanos más notables, ha sido secuestrado. Hay que poner atención a las declaraciones de todos y cada uno de los notables, es decir de los líderes de opinión de la clase política mexicana, de todos. Su deslinde, compasión, llamado a la justicia, cualquier expresión, será consecuencia de la angustia que les produzca la identificación con el personaje barbón. Veamos por ejemplo la declaración angutiosa de Jesús Ortega, dirigente del PRD publicada hoy por Liliana Padilla en la página web de Milenio:

Convoca Ortega a reunión de emergencia ante inseguridad

Dom, 16/05/2010 - 20:37. México.- El líder nacional del PRD, Jesús Ortega llamó a todas las fuerzas políticas y sociales a llevar a cabo una reunión de emergencia para analizar la grave situación de inseguridad que se vive en el país. Advirtió que es necesaria una acción no partidista ni unipersonal, lo que se requiere dijo “es una reunión de la Federación para enfrentar juntos el problema de la violencia creciente”.  El dirigente partidista alertó que si no hay un frente común contra la violencia y la inseguridad, todos terminarán por padecerla como ya sucede, con la desaparición del ex candidato presidencial panista, Diego Fernández de Cevallos. “O nos unimos y acordamos para enfrentar la grave situación, o todos vamos a padecerla, no solamente unos cuantos, como ya está sucediendo”.  Además puntualizó que las autoridades, tanto locales como federales, están obligadas a hacer que se respete la integridad física de todas las personas, porque “no es una concesión; en el asunto del derecho a la seguridad no debe haber discriminación”.  Ortega Martínez también se pronunció por que lo ocurrido con el ex senador panista no genere una situación de psicosis, que podría ser utilizada de cara a las elecciones de julio próximo.  “Ésta podría ser aprovechada por los enemigos de la democracia diciendo: “no salgas a votar, no ejerzas tus derechos políticos, no seas candidato o aspires a un cargo de elección popular; escóndete, métete a tu casa”, advirtió.  El perredista insistió en su llamado a la ciudadanía, “para no dejarse amedrentar por la violencia y el crimen”.

Esta declaración evidencia el miedo que un miembro de la clase política, acostumbrado a la traición, tiene cuando alguien con quien se identifica padece una desgracia. "pronto podría ser yo", pudiera ser lo que piensa Ortega. Quienes están más angustiados, han sido los primeros declarantes.

Nadie se quiere ver privado de su libertad, en manos de delincuentes, aunque tengan placa. En ese sentido surge la angustia, todo miembro de la clase política, tal vez ha llegado a envidiar al Jefe Diego, con poder, dinero y mujeres jóvenes.

Cabe recordar la humillación sufrida en manos de los zapatistas por el ex gobernador de Chiapas, el general Absalón Castellanos. Es posible que así sea exhibido en breve el panista secuestrado.

Y no le pudo ocurrir esto en peor momento a Calderón. Es un hecho que le debilita, le merma en el momento en que no hubiera querido "percibirse" así, ante Rodríguez Zapatero y ante Barak Obama. Es en verdad la debacle del panismo, sin siquiera poder contar con uno de sus mejores consejeros.

El golpe fue preciso. ¿Quien se sintió agredido recientemente como para tomar tal medida?

Era el mejor consejero del secretario de gobernación actual. Por ende, se le despoja a Calderón de una pieza clave para gobernar. Además, se le da un aviso.

¿Qué es lo que sigue? La destrucción desde dentro y fuera persiste, golpe a golpe.

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