Fracaso evidente

La guerra a las drogas es un fracaso.

La política criminalizadora del consumo de drogas y la represión a la juventud desesperanzada, son un absoluto fracaso. En realidad, el gobierno de Calderón solamente ha utilizado su "guerra", para de manera obcecada, autolegitimarse. Pero cada vez más se tiene la percepción de lo erróneo y cínico de la estrategia.

Se ha abandonado a los jóvenes a su suerte, ellos han optado por la promesa de satisfacción inmediata de las drogas -incluido el alcohol- y el dinero fácil que ofrece la delincuencia organizada, que por cierto, está favorecida por la clase política de todos los partidos.

Se ha caído en la estupidez. El gobierno federal tiene un mensaje que ya no convence a nadie. La cultura tóxica se expande en todo el mundo y la única manera de tener salud es la educación preventiva. Si se sigue reprimiendo, pronto la rebelión vencerá a la represión.

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