Mendacidad de Josefina


En la política se miente, sobre todo cuando se ha construído una imagen para una vendedora de máscaras.

¿Cuál es el grado de mendacidad necesario o suficiente en una narcisista maligna metida a política?

Pudiera hipotetizarse que Josefina Vázquez Mota es la portavoz de una categoría de mujer que se ha desarrollado en la sociedad capitalista central y periférica. Es el caso del ama de casa desesperada por tener una mejor condición material, una “jefa” de familia aspiracional, que proviniendo de un hogar de la clase media chilanga, se decide a progresar y con mucho esfuerzo, gracias a sacrificios estudiantiles de preparación incluso, llega a una posición clave en una empresa distribuidora de cosméticos. Es un mensaje biográfico claro venir de una empresa que produce “máscaras”. No se le pueden negar méritos entonces, hay “cultura del esfuerzo” de por medio.

Pasa la selección de Korn Ferry y es contratada para se nada menos que Secretaria de Desarrollo Social en el “gabinetazo” de Fox. Se requerían personas más identificadas con la cultura empresarial que con los valores cristianos que caracterizaron hace mucho tiempo ya, al Partido Acción Nacional. Pudo desenvolverse, enfrentarse a otras mujeres y hombres influyentes en el sexenio de Fox. Es cierto, al triunfo de Calderón no pudo contra Mouriño, pero el avionazo la dejo sin presiones. ¿Pudo contra Elba Esther Gordillo? ¿Pudo con el paquete de ser líder se bancada en la legislación federal? Hay dudas al respecto
Pero cabe pensar que en algún momento de su carrera política, empezaron a existir gratificaciones narcisistas insospechadas, que obedecían a anhelos enquistados en el inconsciente. Reconocimiento que no se esperaba que hubiera, sensación eufórica seductora que acabo por volverle adicta al poder. Ante ese enervante, la reacción de la personalildad es patologizarse en un extremo narcisista indeseable e incluso perverso, el que tiene que ver con acostumbrarse al cumplimiento de los deseos fantaseados de la omnipotencia infantil. La avidez por el poder no cesa y es necesario usar cada vez más capas de Jafra para obtener una máscara a la que se le agregan manierismos impostados y recetados por asesores nacionales y extranjeros.

Se ha convencido de que puede, pero tiene ahora enfrente a dos aparatos partidistas con experiencia y mañas. ¿Qué tanto se puede perder si tomara ella las riendas de su campaña? ¿En qué momento se pondrá en evidencia que en realidad, le faltó malicia o más bien malignidad? ¿Habrá en su equipo un Mouriño que le de lo que le falta? Pareciera que no y entonces no es muy probable que pueda remontar la percibida desventaja. 

Comentarios

Carlos dijo…
Me gusta el blog y las entradas que escribe, conozco muy poco de la psicologia politica pero me es interesante ya que es mi meta estudiar la psicolgia en si. Veo mas que nada que escribe mucho sobre el PAN, pienso que o es por que este sexenio es quien gobierna nuestro pais o por que no simpatiza con dicho partido (aunque no he leido mas de sus entradas ya que tiene bastantes). Pecare de exigencia, pero me gustaria mucho hablara de los otros politicos y su interaccion con la ciudadania. Sin mas, me despido, pasare tan segido como me sea posible pasar a leerle, tenga geniales dias... Saludos.