EZLN: Ya nos conocemos

Ya nos conocemos.

Eso es lo que dice el Subcomandante Insurgente Marcos del PRI.

Si ya se conocen, pues ya saben como acabará todo otra vez. Los zapatistas serán conducidos a la mesa del engaño.

Cumplir con los acuerdos de San Andrés ya no es una salida ética para la solución del conflicto con los indígenas. Como si darles posesión de territorios devastados fuera productivo. Más bien generará divisiones desde le persistente envidia que se tienen. Esa de la que se aprovehó Cortés.

Además, usar esta bandera, no conduce a la salvación de la Patria. México ya no es indígena. Pareciera que hay un egoísmo manifiesto de los originarios al pretender sobrevivir por sí mismos. No lo están haciendo, se les olvida que son parte de la estadística de la pobreza y que el deseo por lo material no les ha abandonado. Al contrario.

Como en otras familias mexicanas, en las indígenas hay división. Y esta escisión se propicia desde afuera, pero se dispara desde adentro. No hay que olvidar que el 1 de enero de 1994 fue un acto impulsivo, producto de una escisión guerrillera. Ahora la pretendida manifestación pacífica es también, el resultado de una división de opiniones y de una estrategia medíatica oportunista.

Todos nos conocemos. Todos nos merecemos.

Los zapatistas se merecen a la izquierda mexicana y viceversa. Quienes observamos desde la anarquía y la conveniencia, disfrutamos su confusión. En la derecha, se siguen enriqueciendo y pertrechándose, incluso ya en el extranjero; otros muchos en cotos amurallados. Curiosamente, no falta alguien allí adentro que apoya a los zapatistas y en las comunidades de éstos, no falta quien anhela estar allá. Es la naturaleza humana.

¿Qué tan fuera y que tan adentro estamos todos de la clase política? Quisieramos aislarla, hacerla ajena, pero estamos, al final dentro. Y los zapatistas no se pueden hacer los excluídos. Si hasta tienen vínculos incestuosos inconscientes.

Provocación otra vez. ¿Para qué? Para que los que están en el margen sufran y los que provocan, gocen y sean admirados, igual que sus enemigos. Como cuando ellos tenían rifles G3 y los del margen - los verdaderos mártires -, rifles de palo.

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