Denmascararlos

El político mexicano tienede a ser deshonesto y a imitar comportamientos sociopáticos. Su código de conducta en general es imitado. Quienes llegan a encumbrarse solamente son aquellos que sí tienen plenos rasgos de sociópata. Son los que se asocian en la cúspide con empresarios sin escrúpulos y delincuentes.

Quienes hoy están en el poder, son personas sin sentimientos de culpa pero sí de vergüenza. Evidenciar su vergüenza los debilita.

Una tarea de la Psicología Política debiera ser diferenciar entre los distintos grados de narcisismo y etiquetar plenamente a los que a sus rasgos narcisistas unen los sociopáticos, pues hacía ellos debiera estar dirigido el ataque de una rebelión.

Sí, estoy hablando ya de la utilización de la psicología política para la rebelión popular. Pareciera alejado de la ética, pero estamos frente a un enemigo que ya nos ha fastidiado demasiado durante los últimos 30 años. Son un grupo de psicópatas, encabezados por uno- Carlos Salinas- que de adolescente mató a la mujer que le cuidaba - qué mejor prueba de ser psicópata que quedar impune de un crimen sangriento en la adolescencia -. Se han formado en escuelas superiores de la Ivy League, pero sobre todo, se les ha educado en la escuela de la impunidad.

Una emoción que no aparentan sentir pero que en verdad les afecta es la vergüenza, pues no soportan ser puestos en evidencia. Una cosa es que no se sientan culpables de sus nefastas conductas y otra es que cuando se les descubre como lo que son, tiendan a perder el control. Por eso quisieran la censura en internet.

Hay que ponerlos en evidencia. Todos unidos debemos participar en ello.

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