Mentira y Represión


Enrique Peña, ante la debacle de su credibilidad e imagen, con una insoportable vergüenza, acompañado de sus esbirros y aconsejado por quienes le manipulan desde el poder político y económico, ha comenzado a desarrollar dos estrategias:
1.       Restar credibilidad y descalificar los ataques a su gobierno y a los millones de mexicanos que exigimos su renuncia por cobarde, inepto, corrupto e irresponsable.
2.       Comenzar una estrategia represiva basada en amenazas, intimidaciones, provocaciones e infiltraciones de protestas populares, a las que seguramente seguirán más desapariciones y otros crímenes de Estado que continuarán la saga que se inició ya hace 25 años con Salinas.
La organización popular debe seguir enfrentando estos embates y salir victoriosa. Para ello necesitamos cerrar filas en un frente organizado de desobediencia civil pacífica. Ya hemos dado muestra de la efectividad de nuestros golpes y si seguimos, muy pronto podremos disfrutar del anhelado Estado Democrático que todos los mexicanos queremos para vivir en Paz.
Desde el asesinato de Gil y Ovando, pasando por el del Cardenal Posadas, la cultura de la muerte del PRI y luego la de su cómplice en el poder el PAN, empezaron a realizar un genocidio de jóvenes que no ha tenido fin. Ya son más de cien mil personas asesinadas a causa de una estrategia de Estado Terrorista. Acteal, Atenco, Aguas Blancas, Ciudad Juárez, Villas de Salválcar, San Fernando, Creel, Allende, Tlataya, son lugares junto a muchos en donde el Estado Terrorista y sus cómplices ejecutores y financieros, han querido imponer el miedo a toda la población. En este sangriento lapso histórico, millones de mexicanos han tenido que emigrar a los Estados Unidos. Tres fraudes electorales al menos, ataques constantes a la democracia y la libertad de expresión, son acciones que el pueblo mexicano debe tomar en cuenta para el ajuste de cuentas que les haremos seguramente a todos estos criminales psicópatas.
El NarcoEstado terrorista que gobierna este país, en su campaña de aterrorización de la población civil, a fin de que caiga en la desesperanza y acepte el autoritarismo, ha llegado a extremos difíciles de creer.
Por ejemplo, el ministro de educación Emilio Chuayfett que dio carta blanca a la coacción de las Normales Rurales en México, como la de Ayotzinapa, por lo que los estudiantes protestaban, es la misma persona que instrumentó como ministro de gobernación en 1996 la masacre de Acteal, en Chiapas, en la que 45 hombres y mujeres tzotziles perdieron la vida a manos de paramilitares. No debe olvidarse la represión de Atenco en 2006, en la que también hubo pérdidas humanas y la policía violó a mujeres que se manifestaban, estos sucesos fueron por órdenes del entonces gobernador del estado de México y actual presidente de la república, Enrique Peña Nieto. Esto es solamente una pequeña mención de todas las masacres que están ocurriendo en México. El Procurador o Fiscal General, Jesús Murillo Karam es parte de la misma camarilla; en su momento, cuando gobernó el Estado de Hidalgo, cerró la escuela normal equivalente a la de Ayotzinapa en su estado. Esta persona ha mentido cínicamente durante más de 30 días a los padres de los estudiantes desaparecidos y asesinados, con tal de ejercer un control político de daños ante las protestas generalizadas que hasta el día de hoy no paran y crecen.
SON UNA BANDA DE CRIMINALES ASESINOS LAS PERSONAS QUE GOBIERNAN MÉXICO ACTUALMENTE. Le dieron ejemplo y licencia para matar a otros criminales en puestos menores y para encumbrarse en el poder recibieron dinero de todos los carteles del narcotráfico. Con ese dinero pagaron a todos los medios de comunicación que tienen comprados. Los vínculos del PRI en el gobierno con la delincuencia organizada son innegables desde hace muchos años y esto le ha permitido a la mafia en el poder tejer una extensa red de complicidades. Ponen a la ciudadanía en general en el extremo de aceptar extorsiones de todo tipo para poder sobrevivir.
En este momento, estamos generalizando la protesta en México. Con valor y determinación lo hacemos, pues se ha puesto en marcha un movimiento popular creciente en el país en el que ya nada importa. Queremos un legado de libertad para nuestros hijos.   
La campaña de desinformación del gobierno y sus medios ya no nos engaña. Pero debemos generar nuestras propias redes de comunicación política solidaria. Las redes sociales de internet, la participación en foros públicos y nuestra voz en todos los lugares ayudarán a que se desmantele este burdo intento que hacen de sostenerse en el poder. Debemos seguir protestando y tomando cada vez más acciones de resistencia civil pacífica hasta que caigan.

Por lo que toca a generar provocaciones para luego tener el pretexto de reprimir violentamente, debemos dar siempre la cara en las manifestaciones. Somos millones y no debemos tener miedo. 

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