La realidad es que las cosas no han cambiado para bien en el capitalismo, a sus efectos de destrucción social, ahora se agregan de manera apocalíptica los de destrucción ambiental.

Ser antisistémico es luchar por que el capitalismo acabe. Esto antes implicaba simplemente ser socialista. Pero llamarse así ahora resulta que es políticamente incorrecto, incluso para los que se dicen de "izquierda", sobre todo para los socialdemócratas. Como si lo que pagara fuera ser así y seguir favoreciendo la depredación social y ambiental. Hacerle el juego a los voraces líderes de la última clase capitalista no retrasará el desenlace.

Ahora, además de defender la igualdad económica de todos los ciudadanos, se debe defender al medio ambiente, a la suprevivencia misma de nuestro hábitat. La violencia del saqueo de los neoliberales es tal, que ya se pasó del empobrecimiento de las masas al empobrecimiento y destrucción planetaria.

Es ingenuo pensar que con medidas paliativas como las que pretenden los supuestos partidos y movimientos ecologistas se logrará solucionar el problema.

Hay que ver por todo el mundo que muchas de las protestas de los pueblos originarios tienen que ver ya no nada más con la lucha contra la explotación laboral, sino contra la voracidad capitalista que implica la destrucción ambiental.


Comentarios

Unknown dijo…
No hay que olvidarnos de la mico política también. En terapia de pareja también notamos una destrucción del tejido afectivo de las relaciones familiares, de amistad, de pareja. ¿será que el capitalismo es un apocalípsis que se da de lenta e inexorablemente?