“Civis Romanus Sum”,
clamaba desesperado Publio Gavio ante la tortura injusta de Cayo Verres el “Cerdo”,
uno de los enemigos de Cicerón en el 70 antes de Cristo (Beard, 2015). A su
vez, al verse eficazmente acusado por el cónsul arpino, el torturador no hizo
más que huir y esperar angustiado en su momento que le cayera encima la
venganza del Estado hábilmente instigada. Ante un destino manifiesto, por más
que se implore o se huya, la suerte para el adversario a quien se quiere aislar
y ahuyentar, está echada. En la política, nadie está a salvo de la intriga,
mucho menos de la habilidad de verdaderos estadistas como López Obrador ¿Militia Morenus Sum?
La pretendida astucia política con que se realizaría el
apoderamiento ilegítimo de Morena, es rebasada con creces con la previsión
política del Presidente Electo. De nada le servirán sus cálculos a los
traicioneros que ya habían comenzado a realizar afiliaciones espurias para
lograr mayoría en asambleas. Lo peor del PRD, el PAN y el PRI está tratando de
operar un asalto a Morena, que ha triunfado con un claro mandato ciudadano en
contra de la corrupción. Ya se les ha dicho ¡Fuera de Morena! Pero no entienden,
pues no son leales ni a ideales ni a principios, sobre todo a aquellos que
tienen que ver con la Transformación Pacífica de nuestra Patria, que es nuestro
objetivo primordial.
Así pasará con los que hoy se anticipan muchos meses a
querer apropiarse del partido Morena. Clamarán y huirán. De nada les va a
servir una alianza con personas de reputación perdida y jamás recuperada. El
clamor de estas personas se conjuga en el pasado; se quejan de lo que pasó, de
lo que supuestamente les hicieron o han sufrido. Esta queja en el presente de
hechos pasados viene a ser depresiva y reconocen, aunque lo nieguen, que han
sido derrotados en su estrategia política ¿Por qué no se suman a
seguir trabajando por el Proyecto de Nación y quieren de manera impulsiva el
poder dentro del partido, cuando es tiempo de construir el desarrollo para el
pueblo desde el poder? Porque se han quedado trabados en sus necesidades
narcisistas y no les salen ideas, sino verborrea iracunda.
No es su culpa, en toda institución se dan procesos en los
que si no se tiene en cuenta constantemente al objetivo fundamental, se ataca al
liderazgo, se reta al Padre para quedarse con sus privilegios, tal como Freud (1921)
lo postulaba en “Psicología de los Grupos y Análisis del Yo”. El “narcisismo de las pequeñas diferencias”
(Freud, 1921) es lo que hace que las personas que se parecen, se odien y crean
que son diferentes. En las luchas intestinas de Morena, los pequeños grupos –
no se les quiere llamar todavía o de nuevo tribus – tienen de pretexto lograr
el poder, pero en realidad existe una necesidad de gratificación narcisista.
El poder adquirido por Andrés Manuel López Obrador es respetable,
gracias al voto y la confianza ciudadana, pero también a la lucha que se dio para
evitar el fraude electoral por parte de los miembros de Morena que sí
trabajaron en la elección federal, preparándose incluso antes al cuidar las
elecciones en Veracruz y Estado de México. Para algunos “disidentes”, más bien
ambiciosos e impulsivos, este poder es temible y quisieran una distracción en
tareas de gobierno para apoderarse del partido. No será así.
Un impasse se
refiere una situación de estancamiento. En el caso de Morena, esto puede
ocurrir una vez que se ha logrado el objetivo intermedio de ganar la Presidencia
de la República. Pero este no es el objetivo primordial, el cual es la Transformación
Pacífica de México. Para alcanzarlo, está primero el ejercicio de la función
pública y debe ponerse para después el cambio de mandato en el nuevo partido en
el poder, que está urgido de cuadros capaces que solamente pueden producirse en
un verdadero Instituto de Formación Política.
Justo José de Urquiza, presidente de Argentina de 1854 a
1860, en su casa cercana a Concepción del Uruguay, puso en la salida trasera un
patio con los bustos en piedra de Alejandro Magno, Julio César, Hernán Cortés y
Napoleón. Los cuatro líderes militares, tuvieron un momento en el que tomaron
una decisión de “no retorno”, Cortés al quemar las naves y los otros tres al cruzar
accidentes geográficos al parecer infranqueables para obtener una conquista
importante. Muchos otros próceres de la historia han estado en dicho parteaguas ¿López Obrador ya ha llegado a él? No se trata de romper un impasse militar, sino político. Pudiera
pensarse que se trata de una acción firme para derrotar a la corrupción o para
gobernar con mejor enfoque y justicia, dejar en manos de los ciudadanos y no de
los políticos de siempre al partido Morena.
Como miembro de Morena e integrante del Congreso Nacional
del Partido, pienso que no es el momento de realizar un rompimiento abrupto del
impasse político en Morena, puesto
que nos iniciamos como gobernantes de México el próximo primero de diciembre. Es
mejor tomar una actitud de paciencia estratégica. Dentro del partido, muchos quieren
que el cambio de liderazgos se de antes incluso de la llegada al poder federal.
Pero se necesita algo diferente, aplazar por un tiempo los cambios en el
partido, pues es prioritario asentar la labor gubernativa.
La consumación exitosa de nuestro proyecto es el cumplimiento
de nuestro objetivo primordial, no ha sido ganar una elección. El Trigrama
64 del I Ching, si bien es el último, señala el tiempo en el cual todavía no se
ha consumado la transición del desorden al orden. Su dictamen es “Antes de la
Consumación. Logro. Pero si al pequeño zorro, cuando casi ha consumado la travesía,
se le hunde la cola en el agua, no hay nada que sea propicio”. No es el momento
de cruzar el Rubicón, sino de afianzar el mandato.
Beard, M.
(2015). S.P.Q.R. Una Historia de la Antigua Roma. México,
Paidós, 2016.
Freud, S. (1921). Psicología de las Masas y Análisis del Yo.
Obras Completas. T XVIII. Buenos
Aires, Amorrortu, 1992.
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