¿Nueva Clase Política con Morena?

Una de las esperanzas de los mexicanos que votamos por Morena y que incluso trabajamos por el triunfo electoral, es que haya una recomposición de la clase política. Esto comenzando por eliminar corrupción y privilegios. Pero hay un tercer elemento: el autoritarismo.

Lamentablemente, estoy observando que la gente con pensamiento autoritario abunda en Morena. Esos "morenos" o "chairos" que le dan a AMLO toda la autoridad de mandar y que creen ciegamente en que las decisiones de su líder son absolutamente correctas. No podemos ceder al autoritarismo. Eso sería retroceder y caer incluso en comportamientos políticos fascistas.

Al aceptar decisiones políticas de la cúpula de Morena sin la menor crítica o razonamiento, le estamos abriendo la puerta a la violencia política en su forma más deplorable: la del fascismo.

La forma intolerante en que se contestan las críticas ahora ya fuera de la contienda electoral, no abona a la pacificación del país. El mismo López Obrador ha demostrado su intención de pasar a otra etapa política, pero hay una buena cantidad de grupos indeseables al interior de Morena que quieren apoderarse del partido y convertirlo en un cultivo del resentimiento y la venganza social. Esta intolerancia es muy evidente al interior de Morena. La ambición por las posiciones en el gobierno y el dinero que se reparta a través de prerrogativas ha producido el olvido inmediato de la vocación política honesta que pedía López Obrador para todos los militantes y adherentes al Movimiento durante la lid electoral. Ahora tendrán junto a ellos a toda la  feroz y voraz fauna de acompañamiento que se insertó con los candidatos foráneos provenientes de todos los partidos políticos y de la "sociedad civil". 

Las emociones negativas no pueden dominar al nuevo gobierno de México. El odio no es viable y ensucia a la justicia. Lo sublime no es el fuerte de la clase política mexicana y al parecer, veo con decepción que en Morena tampoco se le puede encontrar. El odio se opone a los actos sublimes y altruistas, hay que ver que en la vida partidaria, en Morena se está empezando a preparar un asalto a los liderazgos no desde las mejores intenciones de servicio público, sino desde el revanchismo y la venganza.

En estos próximos meses observaremos una gran bullicia política dentro de Morena. Todos los militantes con ambiciones querrán insertarse dentro de posiciones de poder en el partido que ha triunfado no gracias a ellos, sino al voto de los millones de ciudadanos que trabajan en lo suyo todos los días y que no tienen esas carencias narcisistas  e impulsos envidiosos que caracterizan a muchos "militantes" de izquierda. ¿Y los pobres? pues en riesgo de volver a ser olvidados por estos rijosos, ambiciosos sin medida. 

Comentarios

HERMINIA dijo…
Muy acertado tu artículo. Saludos.