El mensaje de Calderón para apoyar su reforma energética “light” es una clara muestra de su carencia de liderazgo carismático – Salinas hubiera sido más convincente -. El lenguaje verbal, no verbal, el vestuario y la escenografía no le ayudaron para nada. Según La Jornada, trato de vender “un México de Fantasía”. Se vuelve a la retórica reactiva de Fox, que trataba de mantener al personaje políico en permanente campaña electoral. Pero olvida Calderón que Fox sí gano las elecciones y el NO. Retoma la frase “para que vivamos mejor”, la venta de un “wellfare state”, que los mexicanos en su mayoría no tienen y les es muy difícil acceder, aún migrando a los Estados Unidos.
Calderón pretende regresar a la campaña electoral. Tal y como hizop Fox cuando empezó a perder aceptación. Pero el equipo de Max Cortázar está errado, Calderón no es Fox, Calderón no tiene la legitimidad de Fox ni el carisma de Salinas. Combinar estrategias salinistas y foxistas de mejoramiento de imagen para convencer sobre sus reformas, que más bien son pago de facturas a extranjeros, no le producirá el efecto esperado, sino más desesperación, que en los panistas se traducirá en la exigencia de represión violenta contra los defensores del nacionalismo petrolero.
Calderón pretende regresar a la campaña electoral. Tal y como hizop Fox cuando empezó a perder aceptación. Pero el equipo de Max Cortázar está errado, Calderón no es Fox, Calderón no tiene la legitimidad de Fox ni el carisma de Salinas. Combinar estrategias salinistas y foxistas de mejoramiento de imagen para convencer sobre sus reformas, que más bien son pago de facturas a extranjeros, no le producirá el efecto esperado, sino más desesperación, que en los panistas se traducirá en la exigencia de represión violenta contra los defensores del nacionalismo petrolero.
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